Ante mí se han inclinado condes, obispos, príncipes y cardenales. Tres reyes me han hecho reverencias y un emperador ha besado mis manos. Yo, María Manrique, Duquesa de Sessa y de Terranova, viuda de Gonzalo Fernández de Córdoba, nombrado por sus hazañas como el Gran Capitán, estoy pronta a saludar a la muerte. Y esta es mi historia.
 
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